ACTIVIDADES

jueves, 29 de diciembre de 2016


Distancia

Cuando un metro es una distancia insalvable
y no hay palabras que rompan un silencio que atruena.
Las sonrisas se esconden bajo losas de piedra
y los besos no encuentran acomodo en su inútil existencia.

Cuando los gestos no son capaces de abrir puertas,
e insensatos las clavan a sus marcos.
Las miradas se esconden del encuentro porque no saben que decir
y se acomodan en un dolor continuo que se come los sentidos.
Los cuerpos naufragan en su apariencia
pero delatan su agonía.
El día, una masa informe que no tiene horas,
tiene momentos asfixiados en su devenir.

Es la duda del amor que no se da cuenta que no puede vivir solo,
que morirá ahogado en su seco llanto.
Es la duda del amor que no tiene el valor de decirse,
por encima de todo,
-te quiero-

jueves, 8 de diciembre de 2016


Confieso

Confieso tener la necesidad de aligerar la mochila.
Confieso tener problemas para ubicar el cinturón en el lugar que le da el nombre.
Confieso valorar cada día más mis mermados sentidos.
Confieso haber globalizado la siesta.
Confieso tener insertado un barómetro en alguna parte de mi cuerpo.
Confieso que cerrando los ojos se agudiza mi visión.
Confieso  que mi cuerpo no se pone de acuerdo para valorar las magnitudes.
Confieso que mis manos duermen siestas sin permiso.
Confieso acompañar a cada cambio de posición con un sonido.
Confieso ser incapaz de poner nombre a las sensaciones de mi cuerpo.
Confieso notar que el suelo cada vez está más bajo y los techos más altos.
Confieso tener problemas con la gravedad.
Confieso cambiar en ocasiones la lujuria por la pereza.
Confieso tener un muestrario temático de cremas.
Confieso que me sorprenden las apariciones en mi piel.
Confieso tener algún día físicamente esplendido.
Confieso que disfruto más que antes con los preparativos.
Confieso que muchos días los nombres de las personas se diluyen en mi cabeza.
Confieso no dar valor a la transcendencia.
Confieso  haber ayudado al tiempo a tallar mi cuerpo.
Confieso alternar días locuaces y lúcidos con otros  silenciosos a la vez que torpes.
Confieso ser más crítico y más autocrítico pero más silencioso.
Confieso tener la tentación de buscar a los amigos de hace bastantes años.
Confieso echar mano de las colecciones de recuerdos.
Confieso que no me gusta madrugar pero sé que el día me está esperando.
Confieso negarme a hacer recuento.
Confieso tener la necesidad de sentirme más persona y menos macho.
Confieso tener que desandar el camino para recordar el motivo del viaje.
Confieso sentir vértigo cuando me asomo al tiempo.
Confieso que cada vez más, miro al espejo y veo un espejo.
Confieso que he vuelto a abrir el cuaderno de las cosas pendientes.
Confieso huir de los egoístas, de los negativos y de los estúpidos.
Confieso huir de los que todo lo saben que normalmente son ignorantes.
Confieso sentirme furioso por los que abusan, pisotean o asesinan con su diferencia.
Confieso creer que una bandera es un invento publicitario que junta para separar.
Confieso creer que una frontera separa a personas iguales.
Confieso que sigo siendo un mar de dudas.
Confieso necesitar de más de una sonrisa y de una caricia al día.
Confieso la necesidad de amar y sentirme amado.

He cumplido 55 años,
Confieso mi decisión de no celebrar los años que pasen,
si los sueños cumplidos
y cada momento que me haga sentir que estoy vivo.


lunes, 21 de noviembre de 2016


Amores

Invisibles son tus labios.
Tan invisibles como las caricias que guardas
para quien no te reconoce.
Como los poemas que dejó sobre la mesa.

Invisibles los deseos incumplidos
escondidos en mudas palabras.
Tan invisibles como el grito de tu amor,
el grito de tu piel,
el grito de tus ojos.

Tan invisible como lo que yo siento.



jueves, 10 de marzo de 2016


Esa ciudad

Esa ciudad del viento
que azota con su locura.
Esa ciudad del frío
que quiebra los huesos,
Esa ciudad del calor sofocante
que quema los besos.

Ya nadie se para en sus calles,
ya nadie se mira a la cara,
están los kioscos vacíos,
y las esquinas sin encuentros.
Quién se ha adueñado de su destino.              

No corren los niños en las plazas,
languidece la memoria en sus bancos,
ha perdido su esperanza.
Hemos sacrificado los días,
hemos enjaulado sus risas.



Pasión

No argumentes el deseo,
ni nada le reproches
si sale a tu encuentro,
no te pedirá ataduras
ni palabras obvias

No necesita pasado, ni teme a la luz,  
ni a la sombra,
ni a la niebla que llora.
No quiere amos ni agendas,
pero tiene hambre de piel y de alma.

Desnuda la costumbre,
quita el óxido a los días que nacieron el mes pasado
o que bostezan a media mañana,
a los demás,
les da lustre.

Se enamora de sí misma pero te necesita.
Si por fortuna busca tus poros por donde respirar,
deja que se mezcle contigo,
para que tú y ella podáis vivir
y dar vida a otras vidas.



domingo, 28 de febrero de 2016

jueves, 28 de enero de 2016


Tendido sobre un sillón

Tendido sobre un sillón dejé que me apresara aquella tarde somnolienta y gris, sólo una sombra caminando por la habitación que dibujaba formas nítidas sobre el suelo y la sensación del revoloteo mudo de alguna de las últimas moscas del verano, hacían inquietar mi soledad.
El mundo quieto, un único movimiento y un único sonido, el del su roce con el suelo.

Solo me importa seguir su camino. Decidió escalar y me llevó hasta la silueta de una naciente cordillera con unas marcadas mesetas y algún seco arbusto.
Su orden, el mío, descubro capas de hojas sueltas o anilladas, apresadas entre sí que se han ido posando por la cadencia del día a día. Capas y capas de encuentros, de acontecimientos, de compromisos, de propósitos, de tiempos cara con cara, de soledades.
Qué importa si esperan pacientes que alguien desentrañe sus tripas y les dé sentido.
Me da lo mismo si fuera un desierto o una suave playa.

No tengo curiosidad  por la tendencia que tiene la vida por la superposición horizontal de los estratos, por sumar capa a capa, por ocupar la tierra, por taparla, por poner cosas sobre ella, por poner vida sobre otras vidas y menos en hurgar en ella.

Que buen momento sería para hacer limpieza y ordenar alma.
No me siento arqueólogo, ahora solo es momento de ahora.

Nada va a conseguir que me levante.
Voy a cerrar los ojos,
buscaré otra sombra
y su luz,
para caminar a su lado.


miércoles, 27 de enero de 2016


Posiblemente un minuto


En una primavera con unos cuantos días encima,
pudo ser un minuto,
quizás menos,
mientras entrabas y te situabas en aquella sala,
no fue necesario más
para sentir, sin saberlo,
que ya siempre irías conmigo.
Todos se marcharon y me quede sólo contigo
pero dejaron sus sombras para que jugaras al escondite,
pero no te perdí de vista
y esto fue el principio de lo de después. 

He ordenado las cosas poco importantes
para que no me molestaran,
para que no molestaran a las otras,
son pocas y deben estar siempre a mano.
Los niños encontraron sus alas,
siempre las encuentran,
son bien halladas para volver a casa.
Oposité para funcionario de la vida,
tal vez por ello prefiero un cariño a plazo fijo
en vez de un cariño a interés variable.
Para gestionar los días hábiles se inventó la pareja,
para mí son todos de asuntos propios,
todos merecemos de días de asuntos propios
y permitirnos nadar en un mar de dudas, a mar abierto,
mejor que en una piscina de -lo tengo clarísimo-.
Sólo, fiel que necesita de la pasión
y la pasión necesita hacer el amor a solas con el dolor,
con ella comparto cama, siempre con la ropa preparada
para vestir el día siguiente.           

Qué viene ahora,
ahora que el otoño pierde fuerza para sujetar sus hojas
y te sigo buscando entre tantas sombras,
algo ha cambiado.
hoy sé que siempre estás conmigo.


martes, 26 de enero de 2016