Posiblemente un minuto
En una primavera con unos cuantos
días encima,
pudo ser un minuto,
quizás menos,
mientras entrabas y te situabas en
aquella sala,
no fue necesario más
para sentir, sin saberlo,
que ya siempre irías conmigo.
Todos se marcharon y me quede sólo
contigo
pero dejaron sus sombras para que
jugaras al escondite,
pero no te perdí de vista
y esto fue el principio de lo de
después.
He ordenado las cosas poco
importantes
para que no me molestaran,
para que no molestaran a las otras,
son pocas y deben estar siempre a
mano.
Los niños encontraron sus alas,
siempre las encuentran,
son bien halladas para volver a casa.
Oposité para funcionario de la vida,
tal vez por ello prefiero un cariño a
plazo fijo
en vez de un cariño a interés variable.
Para gestionar los días hábiles se inventó
la pareja,
para mí son todos de asuntos propios,
todos merecemos de días de asuntos
propios
y permitirnos nadar en un mar de dudas,
a mar abierto,
mejor que en una piscina de -lo tengo
clarísimo-.
Sólo, fiel que necesita de la pasión
y la pasión necesita hacer el amor a
solas con el dolor,
con ella comparto cama, siempre con la
ropa preparada
para vestir el día siguiente.
Qué viene ahora,
ahora que el otoño pierde fuerza para
sujetar sus hojas
y te sigo buscando entre tantas
sombras,
algo ha cambiado.
hoy sé que siempre estás conmigo.
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