Confieso
Confieso
tener la necesidad de aligerar la mochila.
Confieso
tener problemas para ubicar el cinturón en el lugar que le da el nombre.
Confieso
valorar cada día más mis mermados sentidos.
Confieso
haber globalizado la siesta.
Confieso
tener insertado un barómetro en alguna parte de mi cuerpo.
Confieso que
cerrando los ojos se agudiza mi visión.
Confieso que mi cuerpo no se pone de acuerdo para
valorar las magnitudes.
Confieso que
mis manos duermen siestas sin permiso.
Confieso
acompañar a cada cambio de posición con un sonido.
Confieso ser
incapaz de poner nombre a las sensaciones de mi cuerpo.
Confieso
notar que el suelo cada vez está más bajo y los techos más altos.
Confieso
tener problemas con la gravedad.
Confieso
cambiar en ocasiones la lujuria por la pereza.
Confieso
tener un muestrario temático de cremas.
Confieso que
me sorprenden las apariciones en mi piel.
Confieso
tener algún día físicamente esplendido.
Confieso que
disfruto más que antes con los preparativos.
Confieso que
muchos días los nombres de las personas se diluyen en mi cabeza.
Confieso no
dar valor a la transcendencia.
Confieso haber ayudado al tiempo a tallar mi cuerpo.
Confieso
alternar días locuaces y lúcidos con otros
silenciosos a la vez que torpes.
Confieso ser
más crítico y más autocrítico pero más silencioso.
Confieso
tener la tentación de buscar a los amigos de hace bastantes años.
Confieso echar
mano de las colecciones de recuerdos.
Confieso que
no me gusta madrugar pero sé que el día me está esperando.
Confieso negarme a hacer recuento.
Confieso negarme a hacer recuento.
Confieso tener la necesidad de sentirme más persona
y menos macho.
Confieso
tener que desandar el camino para recordar el motivo del viaje.
Confieso sentir
vértigo cuando me asomo al tiempo.
Confieso que
cada vez más, miro al espejo y veo un espejo.
Confieso que
he vuelto a abrir el cuaderno de las cosas pendientes.
Confieso huir de los egoístas, de los negativos y de los estúpidos.
Confieso huir de los que todo lo saben que
normalmente son ignorantes.
Confieso
sentirme furioso por los que abusan, pisotean o asesinan con su diferencia.
Confieso
creer que una bandera es un invento publicitario que junta para separar.
Confieso
creer que una frontera separa a personas iguales.
Confieso que
sigo siendo un mar de dudas.
Confieso
necesitar de más de una sonrisa y de una caricia al día.
Confieso la
necesidad de amar y sentirme amado.
Confieso mi
decisión de no celebrar los años que pasen,
si los
sueños cumplidos
y cada momento que me haga sentir que estoy vivo.
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