ACTIVIDADES

domingo, 16 de noviembre de 2014


Mesa de otoño

 
Algo cansado,
el viento limpió de niebla una hoja en blanco
y la llenó,
y llenó mi mesa, de suaves verdes, ocres, rojos y amarillos,
Son tan frágiles que no me atrevo ni a tocarlas,
dejaron equipaje para volar mejor.
Desapareció la mesa entre tanta vida caduca,
por un momento quedó mansamente dormida.

Aunque siempre lo fueron,
de la mano del tiempo,
crecerá una efímera belleza
hasta que la fragilidad
se adueñe de la docilidad de sus resistencias.

 
La dejó el viento solo para que echaran una cabezadita.
Sin mirar ni preguntar,
se acomodaron como para no marcharse nunca.
Para que buscar la hoja blanca, entre tanta vida,
si no fuera para perderme con ella. 

Cálida y serena lectura merecen,
que descansen antes de continuar su viaje.
No quiero ni que las palabras las muevan,
ni que las despierten,
ni a mí me desorienten,
antes de que nos dejen solos
solo deseo mirarlas.
 
 
 

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