ACTIVIDADES

jueves, 27 de noviembre de 2014


Días sin alma

 
Días que nacen extraviados,
días nacidos de mala gana.
Con amenazantes nubarrones o con sol radiante,
son días pálidos,
para los que no sirven las palabras,
ni los paseos sin rumbo,
ni los lápices de colores,
ni sofás con manta,
ni un libro de cabecera,
ni música trasnochada,
ni gritar,
desmedido esfuerzo
para que además moleste su ruido.  

Días que nacen sin saber que ropa ponerse.
Días en los que hasta la última mosca aparece
para recordarnos su existencia,
que ni el polvo de la mesa molesta,
ni las costuras de los calcetines revirados de dar vueltas. 

Son días sin alma
que hasta cerrar los ojos cuesta.
Entre la indolencia y el desazón.
Con nieblina en la cabeza
y  humo en las entrañas 

Mejor no hacerse preguntas
ni buscar respuestas,
ni entrar en peleas vanas.
Hasta un susurro tuyo está lejos.
Mejor no echar la cuenta del tiempo que pasa,
dejar que el pensamiento vague por cada instante
sin pedirle que sea búsqueda
y ver que se encuentra.
 
 

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