ACTIVIDADES

domingo, 30 de noviembre de 2014


Noche de reyes en otoño
 
Qué lejos quedaron las noches de reyes
que de tan lejos ni los recuerdos se acuerdan.
Porque no engañamos a la memoria
y nos sentamos sin impostura, en el suelo con los niños,
y como ellos,
aprendemos a mirar el vuelo de las mariposas
y si somos capaces,
como ellos,
de pintar los sueños con garabatos . 

Cómo engañar a la memoria,
si nos cuesta sentarnos juntos,
si nos cuesta hasta mirarnos,
y  dónde estarán las pinturas Alpino. 

Deberían imaginar que no creyera en su existencia
y aún menos que los esperara.
Además se han equivocado de fecha,
aún se resisten las hojas a soltarse de las ramas.
 
Si no es por ellos,
no me explico este ansiado regalo.
Poder sentir tus labios,
sin tiempo y sin mirar a los lados. 
 
Te pedí ayuda para salir del río helado
y dudaste al coger mi mano.
Te entregué mi agenda para que rompieras las hojas
y no quisiste abrirla.
Intente construir puentes para no vernos desde la orilla
y solo veías río.  
Ya habíamos decidido privar al tiempo
de la posibilidad de respirarnos. 

Debieron ser ellos,
si no, no me lo explico,
pero podemos empezar por buscar
las pinturas y con garabatos  
pintar nuestras dudas.
 
 

viernes, 28 de noviembre de 2014


Amor 
 
Qué difícil es contemplar la belleza
en cualquiera de sus posturas
y permanece callado.
La palabra sofoca y condena.
Sólo una pequeña licencia
para revolotear en su aroma 

No sabemos cuando llega.
No llega por el deseo,
No llega por la búsqueda,
simplemente llega,
y si llega es fortuna aunque duela. 

No sabemos cuánto dura.
Y mientras exista,
mejor hacerlo
que rebozar su nombre  con panegíricos,
aunque cargados de lirismo,
si miramos dentro,
encontramos un hueco. 

Pero podemos saber por que termina.
No muere por falta de comida
si no por falta de hambre. 

 

 

jueves, 27 de noviembre de 2014


Días sin alma

 
Días que nacen extraviados,
días nacidos de mala gana.
Con amenazantes nubarrones o con sol radiante,
son días pálidos,
para los que no sirven las palabras,
ni los paseos sin rumbo,
ni los lápices de colores,
ni sofás con manta,
ni un libro de cabecera,
ni música trasnochada,
ni gritar,
desmedido esfuerzo
para que además moleste su ruido.  

Días que nacen sin saber que ropa ponerse.
Días en los que hasta la última mosca aparece
para recordarnos su existencia,
que ni el polvo de la mesa molesta,
ni las costuras de los calcetines revirados de dar vueltas. 

Son días sin alma
que hasta cerrar los ojos cuesta.
Entre la indolencia y el desazón.
Con nieblina en la cabeza
y  humo en las entrañas 

Mejor no hacerse preguntas
ni buscar respuestas,
ni entrar en peleas vanas.
Hasta un susurro tuyo está lejos.
Mejor no echar la cuenta del tiempo que pasa,
dejar que el pensamiento vague por cada instante
sin pedirle que sea búsqueda
y ver que se encuentra.
 
 

domingo, 16 de noviembre de 2014


Mesa de otoño

 
Algo cansado,
el viento limpió de niebla una hoja en blanco
y la llenó,
y llenó mi mesa, de suaves verdes, ocres, rojos y amarillos,
Son tan frágiles que no me atrevo ni a tocarlas,
dejaron equipaje para volar mejor.
Desapareció la mesa entre tanta vida caduca,
por un momento quedó mansamente dormida.

Aunque siempre lo fueron,
de la mano del tiempo,
crecerá una efímera belleza
hasta que la fragilidad
se adueñe de la docilidad de sus resistencias.

 
La dejó el viento solo para que echaran una cabezadita.
Sin mirar ni preguntar,
se acomodaron como para no marcharse nunca.
Para que buscar la hoja blanca, entre tanta vida,
si no fuera para perderme con ella. 

Cálida y serena lectura merecen,
que descansen antes de continuar su viaje.
No quiero ni que las palabras las muevan,
ni que las despierten,
ni a mí me desorienten,
antes de que nos dejen solos
solo deseo mirarlas.
 
 
 

jueves, 13 de noviembre de 2014


Mesa redonda.

Como la de Arturo y Ginebra
era redonda la de la casa de los abuelos.
Caras apremiadas a mirarse a las caras
con el perol en el centro.
Era mesa con rey y reina,
de generosos anfitriones
que renegaban de su linaje. 

De madera gastada por tantas pasadas de  jabón y lejía,
mesa auxiliar,
mesa principal,
mesa de lectura con candil de aceite,
mesa de encuentro,
mesa siempre dispuesta a acoger a cualquiera. 

Mesa nuestra,
mesa de todos,
mesa de juegos de días de lluvia
de desgranar alubias
de desgranar guisantes
de apoyar remiendos,
mesa de noche siempre recogida
esperaba tazones de leche con café cada mañana. 

Piernas entrelazadas
piernas recogidas
bajo la desnuda madera ajada y cruda,
a veces protegida de hule
y en invierno bajo una falda verde oscuro. 

Ahora cara a la pared
con una jaula de vidrio encima,
ya no acoge ni a nobles, ni caballeros ni a vasallos,
como espejo que nada refleja,
en su lugar,
una mesa con demasiadas esquinas. 

Era la mesa,
eran mis abuelos,
éramos nosotros.
Mesa redonda
que perdió su condición
como la perdió la familia
cuando marcharon José y Martina.
 
                                                          

martes, 11 de noviembre de 2014


YA BASTA

 

Espalda para confiar en los demás

manos para pedir ayuda

y boca para gritar

-ya basta-.


domingo, 9 de noviembre de 2014


Si me preguntas

 Si me preguntas -¿estás dormido?-
y no te respondo,
si se trata de compartir arrumacos,
insiste,
si no ,
acepta mis disculpas,
casi seguro
que esté soñando contigo.
 
 

viernes, 7 de noviembre de 2014


Hacía sol

Hacía sol,
una nube empecinada en avanzar a ras de agua
desdibujaba las figuras  de cuerpos aprendices
que compartían sus juegos y sus risas con las olas. 

Luego todo fue vapor
que desvaneció hasta la luz
y dejo el agua en calma.

Volvió la luz,
el horizonte,
el agua se lleno de juegos y risas,
y volvieron a navegar ávidas de sueños las palabras,
cuando la bruma se dejó capturar por tu mirada.

Ahora,
porque no capturas mi dolor
y lo dejas sin vida.

lunes, 3 de noviembre de 2014


Hoy el viento

Este viento tan cálido y tan fuerte
ha echado a volar las aduanas
nos ha traído la aurora,
se ha llevado nuestra ropa
y desnudos frente a frente
no sabemos ni mirarnos.  

Si,
ha limpiado la bruma
y hasta el horizonte siempre inalcanzable,
el de los confines,
el que separa,
el que enreja,
se ha diluido a nuestros pies                       

Por fin,
hoy esa línea no es frontera
la han devorado los deseos y la vida misma,
esa línea entre el agua  y el cielo,
esa línea entre la tierra y el sueño,
ya no separa,
ya no nos separa,
no está
y  aún la buscamos para cruzarla.
 
 

Qué les importa a los malvados

Qué les importa a los malvados
la alegría y la tristeza de sus victimas
Qué les importa a los avaros
la alegría y la tristeza de sus victimas
 
Qué le importa al francotirador,
la alegría y la tristeza de sus víctimas.
Adiestrado para no fallar,
agazapado
espera a su víctima,          
que acude a su encuentro
tan ignorante de su juicio
como de su sentencia