Cosa de brujería
puede ser
brujería
o culpa de duendes alados,
que con
extraños conjuros
o ritos
ancestrales
a ti me han
atado.
Me han atado
sin grilletes,
me han atado
sin cuerda alguna,
me han atado
sin sospechas celosas,
y me han liberado
de las ausencias perdidas,
acaso no es
cosa de brujería
Por qué no
ha de estar hurgando
el duende
alado para que
en cualquier
calle,
en cualquier
cajón,
y a cada
hora y entre sus huecos,
tú aparezcas
sin que tu
sepas
que te
necesitamos
los espacios
y yo.
Si las
respuestas más sesudas
que iluminaran
las dudas
más sencillas
y más caprichosas,
además de
confusas,
resolvieron dejar
vivir las dudas
y a la margarita liberar
de su infausto destino.
No es
problema de razón
cuando no
razona.
Ni tampoco
de pasión
aunque con
ella a ti te sienta.
Tampoco de
vista
puesto a
ella no asalta.
Ni tan
siquiera de tacto,
nuestros cuerpos
no se tocan.
Por esto,
me dejo en
manos
de las
brujas,
de los duendes
y en las
tuyas,
porque sin
ellos y sin ti
esta vida es
un asco.
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