De vez en cuando
Incierto el inicio
igual de incierta la hora de su fin,
solo sucede,
nos arrastra
y oculta los días.
De un lado a otro
entre golpes,
golpes fuertes o suaves,
pero golpes.
Golpes inesperados,
sin orden,
golpes dueños de nuestros pasos.
Sin poder elegir ni siquiera turno.
Sin tener nunca la mano,
de tenerla sería mano de verdugo
Sin poder salvarse de las carambolas
ciegas o
de este ring sin rivales con troneras
que nausean.
Pendiente de un torpe golpe de
fortuna,
para salir de este juego,
de este juego cautivo que no tiene
fecha.
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