Cajones
En
cuántos cajones nos refugiamos,
por
cuántos necesitamos transitar,
cuántos
necesitamos para que los momentos se organicen.
Un
sólo cajón necesito,
un apacible cajón de sastre
dónde
se junten holas y adioses, un apacible cajón de sastre
dónde se junten antes y ahoras,
y es la única manera de que encuentren acomodo
los calcetines desemparejados.
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